Todos entendemos los peligros del sol. No es ningún secreto que la exposición prolongada a los rayos UV provoca quemaduras solares y aumenta el riesgo de cáncer de piel. También es conocido por lo general la importancia de proteger todas las clases de piel no solo las más blancas o sensibles.
Además de proteger la piel del sol, también es importante protegerlo de aquellos ingredientes que puedan causar su deterioro. Durante los últimos años la seguridad de algunos ingredientes se ha puesto en entredicho y han salido nuevas alternativas al mercado como los protectores solares minerales.
¿Qué es un protector solar mineral?
Los protectores solares minerales protegen la piel al bloquear físicamente y reflejar la luz UV, por eso también se les conoce como protectores solares físicos. Sin embargo, los protectores solares químicos, que son más comunes, funcionan de una manera diferente, absorben la luz UV y, después de transformarla a través de una reacción química, la liberan como calor.
Mientras que los protectores solares químicos tardan unos 20 minutos en comenzar a funcionar y realizar su labor, los protectores solares minerales comienzan a proteger la piel tan pronto como se aplican.
También es destacable que los protectores solares minerales incluyen solo dos ingredientes como pantalla protectora: óxido de zinc y dióxido de titanio. Según los expertos estos productos minerales tienen menos probabilidades de irritar la piel sensible y tienen una vida útil más larga que las fórmulas químicas. Por ello, están específicamente recomendados para las pieles delicadas y para proteger la sensible piel de los bebés.
¿Realmente no son tóxicos los protectores minerales?
Estas cremas solares son químicamente inertes, no penetran en la piel y además no son absorbidos sistemáticamente. Gracias a ello, no entran en el organismo humano.
También son seguros para los arrecifes, lo que significa que no tendrán ningún impacto negativo en la ecología marina cuando se usan para nadar.
Al decidir entre minerales o químicos, es importante tener en cuenta el tipo de piel. Los protectores solares químicos pueden irritar la piel, por lo que si se comienza a sentir que la cara quema después de aplicar el protector solar, puede ser prudente cambiar a mineral. Lo mismo ocurre con las personas que son propensas al acné o al eccema: con ingredientes menos activos, la protección solar mineral es menos probable que reaccione a la piel sensible.
Y si quiero usar protector solar mineral, ¿cómo puedo elegir uno?
Antes de hacer nada, comprueba los ingredientes. Un verdadero protector solar mineral debe incluir solo óxido de zinc, dióxido de titanio o una combinación de ambos. Su producto también debe tener al menos SPF30 y amplio espectro, lo que significa que protegerá de los rayos UVA y UVB.
Comienza a brillar el sol
Los protectores solares minerales son una mejor opción que los protectores solares químicos gracias a su inocuidad tanto para el organismo de las personas como para el ecosistema marino. Desafortunadamente, incluso los productos más seguros y los consumidores más inteligentes no pueden resolver otro problema en la industria del cuidado solar: el cáncer de piel.
Los protectores solares pueden protegernos de las quemaduras solares, pero no sabemos hasta qué punto pueden protegernos del cáncer de piel. Algunos estudios muestran que, sí, la protección solar reduce el riesgo de un cierto tipo de cáncer de piel llamado carcinoma de células escamosas (SCC), pero la investigación no ha confirmado la relación entre la protección solar y otros tipos de cáncer, como el melanoma.
Lo más importante es usar protector solar todos los días, recuerda que también se debe usar sombreros y prendas de protección solar, y limitar su exposición a todos los rayos UV. Algunas marcas de ropa están empezando a usar incluso telas livianas que protegen contra los rayos UV para mantenerte fresco y protegido.